Durante y después de la Guerra del Golfo, muchos analistas estratégicos de las principales potencias militares, han seguido y estudiado detenidamente el desempeño de las fuerzas armadas de EEUU para poder planificar y adoptar estrategias defensivas en un futuro hipotético de enfrentamiento.
Aunque en los años 90, se debía dar por sentado la superioridad militar de EEUU, por ejemplo China, en los últimos años ha esgrimido una postura defensiva activa en la costa del Pacifico, mientras se ha empleado para Eurasia otra apoyada en el comercio. Si bien busca ejercer influencia en amplias zonas del continente, y en África y América del Sur, sin necesidad de ocupación militar o física del territorio. Su diseño estratégico de naturaleza económica, abre la forma de establecer los cimientos de un nuevo escenario mundial más favorable a sus intereses, deconstruyendo las normas y usos internacionales bajo el dominio estadounidense.
Desde la caída de la URSS hasta ahora, la supremacía militar de EEUU ha sido efectiva gracias a disponer de una plena libertad de acción estratégica, pudiendo efectuar pronto la reunión de material y efectivos y comenzar las operaciones en cualquier momento y lugar de su elección, así como proyectar sus fuerzas sin oposición. Ahora, con el desarrollo de las nuevas tecnologías, surgen nuevos desafíos que incrementan los riesgos operacionales y estratégicos.
China y Rusia principalmente, han ideado conceptos operativos mediante la actividad de la geografía, modos de empleo táctico y la concepción de armas adecuadas para apoyar estrategias defensivas y la consecución de la superioridad operacional neutralizando puntos vitales del despliegue enemigo. La finalidad de esas estrategias y conceptos de empleo es crear posibilidades de victoria de éxito, evitando el enfrentamiento militar directo con EEUU y sus aliados. En definitiva, lo que se acontece no es una guerra de ejércitos y armamento sino de sistemas en la que cada uno bate los puntos críticos del sistema adversario para colapsar su funcionamiento y hacerlo incapaz de atacar o defenderse. Deshacer, paralizar o destruir la capacidad de actuación del sistema operativo del enemigo. Esto sustituye al desgaste o la maniobra convencional
Comments