MUJERES QUE MALTRATAN O ASESINAN A SUS HIJOS
- Carlos Hernández Franco (Astaroth Strigoii)
- 16 jul 2015
- 4 Min. de lectura
Pocos temas desmotivan más que escribir sobre algo tan terrible como el asesinato de un niño a manos de un progenitor, lo que llamamos "filicidio". A veces el crimen es cometido por ambos padres. La actualidad nos ha dejado estos días con otro caso en que una mujer, varios días después de dar a luz, depositó a su bebé en un contenedor de basura. Por fortuna en esta ocasión, tuvimos final felíz y el bebé fue rescatado sano y salvo. Otros por desgracia, no corren la misma suerte.
El caso concreto nos deja una serie de detalles que son terribles. No solo abandonó a su bebé a su suerte, sino que lo hizo en un lugar donde las probabilidades de fallecimiento eran muy altas. Solo una casualidad evitó la tragedia.
Las mujeres, son responsables de la mayoría de los homicidios de lactantes y niños. En cambio, no se tiene una información transparente de este dato. Las estadísticas del FBI muestran que, siendo las mujeres responsables del 13% de los crímenes violentos en general, lo son del 50% de los casos de infanticidios en particular. Además, se sabe que las madres filicidas en general matan al hijo o hija cuando tiene entre 0 (neonato) y 6 años, mientras que los padres filicidas por lo general matan al hijo o hija cuando está en la adolescencia o en la adultez.
En el maltrato infantil, de cada diez agresores, seis son mujeres y cuatro son hombres. Además, nueve de cada diez agresores no tienen estudios o sólo primarios, el 75% está desempleado, grupo en el que se incluye a las amas de casa, y un tercio consume sustancias tóxicas: en el caso de los hombres, alcohol; mientras que las mujeres abusan de las drogas (fuente El Mundo 01/01/2012) .
En noviembre del 2000 la revista Pediatrics publicó los resultados de un experimento aterrador. Ante la falta de explicación para las dolencias de bebés internados en condiciones de extrema gravedad, los médicos de varios hospitales de Gran Bretaña habían decidido grabar mediante cámaras ocultas a los progenitores. En 30 de los 39 casos grabados, en su mayoría madres, se observó que los progenitores trataban de ahogar intencionadamente a sus hijos; en otros 2 casos, trataron de envenenar al niño; en otro, la madre rompió deliberadamente el brazo de su hija de tres meses.
Era asombroso presenciar cómo muchas de esas personas parecían actuar metódicamente infligiendo los malos tratos sin provocación previa y con premeditación, seguidos de complejas mentiras para explicar las consecuencias.
Muchas de ellas eran consumadas farsantes. Durante las filmaciones, podían pasar de la más temible actitud amenazante contra sus hijos a convertirse en madres solícitas en el minuto exacto en que el doctor o la enfermera entraban en la habitación, advertidos por las cámaras de lo que estaba ocurriendo.
El estudio concluyó que las madres actuaban movidas por el prestigio social de una enfermedad misteriosa, les gustaba la atención que suscitaban y el dramatismo de las situaciones. Y sobre todo experimentaban cierta satisfacción aterrorizando a sus hijos.
En cuanto a las mujeres que abandonan a los bebés en lugares de peligro, el perfil demuestra que preparan el desenlace y saben que lo más probable es que el bebé muera. Aunque al parecer nadie se da cuenta en la familia, siempre suelen obtener ayuda de un familiar o amigo, aunque solo sea para ocultar el suceso. Otro rasgo común, es que para las propias mujeres lo que hicieron resulta incomprensible, es decir, no saben explicar el motivo. Suelen presentar una disociación con los hechos "no fui yo", " esto no me pasó a mí". Suelen tener bajo nivel de estudios, son introvertidas o tienen una forma de expresión deficiente. Se encierran en sí mismas, se vuelcan con otros familiares o pareja sentimental y dejan de hablar de ello. Generalmente tuvieron en la infancia un deterioro de las condiciones sociales y económicas, vienen de familias numerosas, pero se muestran fuertes y con autosuficiencia en la forma de sobrevivir socialmente.
Los motivos de lo que denominamos "filicidios" suelen ser dispares.
-Altruista, que tiene como motivación el alivio al sufrimiento propio del estado (aparente o real) de malestar en que se encuentra el hijo al cual se asesina. Es usual que tras el asesinato se acabe suicidando el progenitor.
-Psicótico, que es una enfermedad mental (psicosis, esquizofrenia, etc)
-Niño no deseado, aquí es la madre la que asesina a su bebé, ya que no desea su nacimiento. En este caso tenemos desde las causas traumáticas (violación) hasta curiosas motivaciones como que el bebé no sea del sexo buscado por uno o ambos progenitores.
-Vengativo, que viene ocasionado por la venganza. Uno de los dos progenitores asesina al niño para hacer sufrir al otro progenitor.
Personalmente, creo que en muchas ocasiones se patologiza inmediatamente la actuación de una madre que asesina a su bebé o su hijo. No siempre nos debemos dejar llevar por la idea de que una madre que hace daño a sus hijos es porque tiene una enfermedad mental, o es culpa de su pareja, o está pasando por malos momentos personales o de la naturaleza que sean. Muchas personas han pasado y pasan por momentos terribles, pero jamás serían capaces de hacer daño a sus hijos, mucho menos deshacerse de ellos o matarlos. La muerte de un niño es lo más triste del mundo.
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