FETICHISMO Y CRIMEN
- Carlos Hernández Franco, Doctor en Criminología
- 2 ago 2020
- 2 Min. de lectura
Podemos decir que una conducta fetichista, contempla la necesidad de utilizar objetos no animados (fetiches) o incluso animales para lograr el máximo placer sexual. Cuando esto no sucede, la ausencia de tales objetos, puede producir incluso trastornos de la erección en el varón (la mayoría de los fetichistas lo son). Pero también comprende centrarse en una parte del cuerpo (pecho, pies, pelo) como objeto sexual. Incluso puede cualquier deseo fetichista desbancar al todo en la capacidad excitativa.
Una vez que se ha producido la asociación excitación sexual/fetiche, el valor del mismo podría fijarse y aumentarse a través de asociaciones simbólicas repetidas durante la fantasía.
Sabemos que se suele iniciar en la adolescencia y posteriormente tiende a ser crónico.
Sigmund Freud, autor del psicoanálisis usó el término “Fetichismo sexual” al descubrir en esa conducta, una forma de parafilia, “afecto hacia algo”, Freud lo consideraba una conducta perversa. Aparentemente lo podemos encontrar como una práctica inofensiva, pero si persiste, puede transformarse en un trastorno psicopatológico.
La conducta delictiva empieza siendo, desde el hurto de objetos fetiche procedentes de otras personas, hasta la comisión de actos más graves como la agresión, el secuestro o incluso, el asesinato.
Dentro de la criminología, tenemos casos interesantes en muchos asesinos en serie, donde el fetichismo juega un papel importante en la personalidad. Un ejemplo es Jerome Henry “Jerry” Brudos, asesino serial con especial fijación en los tacones de las mujeres. Entre los años 1968 y 1969, Brudos había asesinado mediante golpes y estrangulamiento a cuatro mujeres jóvenes. Mantuvo los trofeos de sus víctimas, dos pares de senos amputados que fueron utilizados como pisapapeles y el pie izquierdo de una joven de 19 años de edad, de nombre Linda Slawson (la primera víctima), que utilizó para modelar los zapatos que había recaudado. Después de cometer un asesinato, se vestía con zapatos de tacón alto y se masturbaba. Otro caso menos conocido es el del coronel canadiense Russell Williams que se vestía con la ropa de sus víctimas a las que maniató, torturó durante horas, violó repetidas veces y finalmente estranguló. Se fotografiaba con la ropa interior de ellas...
En sí el fetichismo no es un elemento predictivo del comportamiento criminal, pero sí que ha demostrado estar presente en las fantasías criminales durante toda la historia de la criminología y merece el análisis de su influencia.
Entradas recientes
Ver todoTodos tenemos en mente los recientes casos que asedian al Gobierno de España especialmente con el caso de la esposa del presidente Begoña...
Gracias a los trabajos del psicólogo inglés Adrien Raine , sabemos que el área prefrontal del cerebro de muchos criminales seriales,...
La trágica muerte de George Floyd, ha desencadenado una serie de manifestaciones con el fin de reivindicar el presunto racismo que sufren...