USO DE ARMAS DE FUEGO EN ESPAÑA

Al contrario que muchos pueden pensar, existe un abismo entre el uso de las armas de fuego en EE.UU y España. En el presente artículo, veremos algunas de las formalidades que hay que tener en cuenta en nuestro país.

Para acceder a un permiso de arma corta, el interesado hará constar en la solicitud los motivos que, a su juicio, justifican la posesión de un arma corta, y acompañará los documentos que considere oportunos. La razón de defensa de personas o bienes, por sí sola, no justifica la concesión de la licencia B. Por tanto, no es tan sencillo ya que su expedición tendrá carácter restrictivo al riesgo que a juicio de las autoridades sea justificante, que no pasan del 0,03 por ciento de la población (altos cargos de Seguridad, personas amenazadas o en grave riesgo por algún motivo) se puede conceder el permiso de usar una pistola. Para ello, debe contar con el visto bueno de la Guardia Civil y de la Subdelegación del Gobierno...un arma con carácter defensivo y fuera de estos supuestos no se puede adquirir. Sólo se puede comprar un arma para practicar caza o tiro deportivo.

Para caza o tiro deportivo, hay otros permisos que se pueden obtener. Ser mayor de edad, pasar exámenes teórico y práctico, y disponer del correspondiente certificado de aptitud psicotécnica puede valer para acceder a un arma para la caza. Con 14 años se puede optar a una autorización especial para uso de una escopeta de caza, siempre que esté supervisado por uno de los padres o tutores. Las armas cortas y rifles deben guardarse en un armero de seguridad específico para ello. Se puede adquirir el arma una vez que hemos cumplido todos los requisitos, comprándola en una armería. No es posible llevársela en el acto. Una vez abonada la cantidad, la armería la envía por transporte especial a la unidad de Intervención de Armas de la Guardia Civil asignado al domicilio del titular. El comprador recoge allí el arma que ha adquirido, una vez que la autoridad policial compruebe y certifique que todo está en regla.

Las armas con capacidad de fuego automático, tales como subfusiles de asalto o ametralladoras, están totalmente prohibidas. Sólo están permitidas para los cuerpos militares y cuerpos policiales de élite. Ni siquiera los militares, estando fuera de sus acuartelamientos, disponen de permiso para comprar o utilizar una ametralladora de uso personal.

Imaginemos que una persona con licencia de caza o tiro deportivo usa su arma para repeler una agresión o dispara al aire para asustar a un agresor. En ese caso puede ser imputado por un delito al hacer uso del arma para defenderse cuando dicha arma solo está autorizada para caza o deporte. Hay muchas sentencias condenatorias al respecto. No olvidemos que en comparación a Europa, España es el más restrictivo en el uso de las armas, incluyendo las armas antiguas, de avancarga, con escasa potencia de fuego (sólo pueden disparar tras ser cargadas de pólvora) deben pasar por el mismo procedimiento de autorización que las demás.

Los profesionales de la seguridad privada, entre los que me encuentro, podemos portar y usar las armas que contempla la normativa correspondiente, siendo para los vigilantes el revólver 38 especial y la escopeta de repetición del 12. Para los escoltas, la pistola semi-automática 9mm Parabellum y guardas rurales la carabina. Pero sólo en actos de servicio en el que esté contratado el servicio con armas. Hay un tipo de servicio en el que se permiten las armas de guerra para personal de seguridad privada y es la escolta de barcos en lugares conflictivos. Este extremo se aprovó debido a la necesidad de dar una respuesta a los secuestros que sufrían los pesqueros en las islas Seychelles.