IDEOLOGÍA DE GÉNERO EN EL CÓDIGO PENAL
- Carlos Hernández Franco
- 26 dic 2015
- 2 Min. de lectura
Con tristeza cada vez más, observamos las incursiones de las ideologías en las leyes penales, de tal forma que éstas llegan a convertirse en normas extremadamente desorbitadas y poco adecuadas a las realidades delincuenciales del pais. Lo que suelen perseguir dichas reformas es el efecto electoralista y propagandístico para satisfacer ciertos sectores clave en su electorado, o bien, atraer a un conjuto de ciudadanos a su parcela de votantes.
Uno de los ejemplos más reciente es el de la inclusión de la "cadena perpetua" revisable. Objetivamente los índices de delincuencia han descendido y estamos en uno de los paises de Europa con menos criminalidad. ¿Era necesaria esta inclusión? Más bien debemos preguntarnos qué sector de la sociedad la reclama y a quién beneficia...
Otro de los ejemplos claros son las denominadas "leyes de género" esas a las que rodea la también denominada "mordaza de género" por la cual queda prohibido criticar a una ideología que demoniza a los hombres.
Bajo mi punto de vista, las leyes españolas que vienen inmersas en la "discriminación positiva" son, sin la menor duda, injustas y contrarias a los derechos humanos básicos, la Constitución y a la democracia. El motivo es que discrimina a una parte, ya que no hay discriminación positiva sin discriminación negativa.
Los hombres son objeto del descrédito público, se merecen castigos ejemplares, mientras que las mujeres son merecedoras de penas menores, se las patologiza y se justifican sus acciones. De ello, sorprendentemente se convierte en aliada la presión mediática. Del mismo modo, nos encontramos que la clasificación y la discriminación no se da únicamente en el agresor, sino que clasifica a las víctimas de manera diferente, según el colectivo al que pertenecen, se tienen acceso a unos servicios de ayuda que el resto de personas no tienen. La mujer tiene a su disposición toda una batería de opciones y facilidadades que no gozan otros colectivos como LGTB, ancianos e incluso niños.
El totalitarismo de pensamiento que se ha instaurado, ha provocado una injusticia de tipo, social, penal y mediático que está alimentando, como reacción, una espiral de odios y resentimientos que agrava el problema ya que termina fomentando más violencia.
Los delitos brutales y dolosos, evidentemente merecen duros castigos pero deben ser castigos iguales, sin diferencias, ni privilegios, castigando el delito por igual, sea quien sea quien lo cometa.
Es ya notorio, que los hombres empiezan a reaccionar contra la desigualdad impuesta desde el "progresismo" actual que ha traido un radicalismo nocivo y de tintes fanáticos. Los personajes públicos, políticos y autoridades deben abandonar la pasividad y el silencio cómplice y cobarde que han exhibido, de manera vergonzosa. Ponerse de perfil ya no vale. Le puede tocar a cualquiera, a tus hijos o a tí. Que se lo digan a López Aguilar...
Con las ideologías y su injerencia en las leyes, caemos en la complicada aritmética de la política donde 2+2 no necesariamente son 4. Símplemente para un criminólogo, es difícil argumentar a favor de algo que jurídicamente y en este caso criminológicamente, no se sostiene.
Entradas recientes
Ver todoTodos tenemos en mente los recientes casos que asedian al Gobierno de España especialmente con el caso de la esposa del presidente Begoña...
Podemos decir que una conducta fetichista, contempla la necesidad de utilizar objetos no animados (fetiches) o incluso animales para...
Gracias a los trabajos del psicólogo inglés Adrien Raine , sabemos que el área prefrontal del cerebro de muchos criminales seriales,...